sábado, 23 de enero de 2010

Rondeña. José Menese

Rondeña.
Algunos autores emparentan la rondeña, por su etimología, con los cantes de ronda o rondar, sin embargo, parece ser que se debe al origen de la misma: la ciudad de Ronda, localidad fronteriza entre las provincias de Cádiz y Málaga; al menos la llamada rondeña-malagueña. Las rondeñas pertenecieron primero al cancionero popular andaluz, antes de aflamencarse definitivamente, y es preciso apuntar que hay una expansión de diversas variantes del género por toda la geografía andaluza durante el siglo XIX.
Hoy vive casi completamente volcada en el repertorio de los guitarristas, pues también como rondeña se denominó en el pasado a ciertos cantes que hoy se conocen como tarantos y, desde muy antiguo, fue habitual realizar instrumentales de guitarra con variaciones sobre dichos temas melódicos: el que se convertirá en clásico, ya en el siglo XX, fue el de Ramón Montoya.
José Menese Scott.
La Puebla de Cazalla (Sevilla), 1942. Cantaor. En sus actuaciones en centros culturales y colegios mayores consigue crear un especial ambiente entre un público joven, universitario y progresista en favor de la mayor difusión del arte flamenco, a través de sus coplas, de intención contestataria muchas de ellas, así como en peñas flamencas, teatros y coliseos españoles y extranjeros, donde cabe destacar sus dos recitales en el Olympia de París, en 1973 y 1974, así como su participación con la Orquesta y Coro Nacionales de España, en el Concierto del Día de las Naciones Unidas, acompañado a la guitarra por Enrique de Melchor, en Nueva York, el año 1985...